En la ciudad de Puebla, los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán se prepararon para la revuelta a la que convocaba Francisco l. Madero en el Plan de San Luis, que había de estallar el 20 de noviembre de 1910. Ellos estaban afiliados al Partido Antirreeleccionista, cuyo principal objetivo era producir un cambio en la presidencia del país. En su propia casa reunieron todas las armas que pudieron y formaron un verdadero arsenal. No obstante, el 18 de noviembre, dos días antes del estallido de la Revolución, se presentó el jefe de la policía de Puebla y exigió pasar para revisar la casa. 

De inmediato se desató el tiroteo y el primero en caer fue el jefe de la policía. Cerca de cuatrocientos soldados y cien policías atacaron la casa y lograron someter a sus ocupantes; en el tiroteo falleció, defendiéndose, el joven Máximo Serdán, hermano menor. Tras el asalto, Aquiles Serdán fue capturado y asesinado. Su madre, su esposa y su hermana Carmen fueron detenidas y enviadas a la cárcel. Se incluye a los Serdán entre los primeros mártires de la Revolución.