En su palacio de Miramar, el archiduque Maximiliano de Austria recibió, el 3 de octubre de 1863, a una "junta de notables" formada por políticos conservadores mexicanos, quienes le ofrecieron el trono de México. Esto significa que en esas fechas todavía había quienes pensaban que el sistema monárquico sería lo mejor para el país. El apoyo militar de Francia fue una pieza clave en el convenio. ¿Qué ganaban los franceses?, un dominio en América para frenar el poderío de Estados Unidos, y un territorio de donde extraer privilegiadamente bienes comerciales. ¿Qué ganaba Maximiliano?, una corona y un pueblo qué gobernar, pues en su papel como hermano menor del emperador de Austria resultaba casi decorativo.
Hay que reconocer en Maximiliano algunas buenas intenciones (por ejemplo su indigenismo, el primero en la historia del país) al aceptar el ofrecimiento de la "junta de notables" en Europa, pero lo cierto fue que su trono estuvo sostenido por las bayonetas francesas. Cuando el ejército francés se retiró, el mal llamado “lmperio” de Maximiliano se derrumbó de manera acelerada.