Pieza
Presentación de la Virgen María al Templo
Cabrera, Miguel
La escena muestra el momento en que santa Ana y san Joaquín, agradecidos por haber podido ser padres, llevan a presentar a su hija de tres años al Templo de Jerusalén (de ahí la costumbre mexicana de llevar al templo a las niñas de tres años). Es notable que una de las fuentes para que el pintor realizara este lienzo fueron los Evangelios Apócrifos que dicen: “María era una niña que causaba admiración, ya que hablaba perfectamente desde los tres años, ocupaba tiempos de oración, y conversaba con ángeles; en el Templo aprendió a hilar y a leer en hebreo especialmente las Antiguas Escrituras”. La Virgen María desde niña se representa vestida de blanco, color que simboliza su pureza y santidad de vida, es notable ver cómo sube sola la escalinata donde la espera el sacerdote Zacarías. El azul representa la vida terrenal y celestial por ser la madre de Jesús.