Pieza
El Señor de la Columna y san Pedro
Anónimo
Siglo XVII
Arte sacro novohispano
Óleo sobre tela
Alto: 144 cm
Ancho: 119 cm
Casi puede considerarse un milagro la permanencia de esta sobria tabla del siglo XVII en su emplazamiento original. El retablo que lo enmarca, de madera tallada y dorada, junto con el de Capilla Doméstica, es el único sobreviviente de los muchos que había en la iglesia y en el colegio carmelita. La pintura fue atribuida por Manuel Toussaint al artista vasco Baltasar Echave Orio (1548-1623), uno de los pilares de la pintura novohispana cuya producción estuvo marcada por el manierismo, estilo presente en este cuadro en el alargamiento desproporcionado de la figura de Cristo, su rara postura y la forzada presencia en medio cuerpo de san Pedro, una combinación de elementos que genera una atmósfera casi teatral.
Produce cierta angustia pensar hacia dónde dirige Jesús la mirada. Vale la pena mencionar que la extraña astilla en su hombro izquierdo es la misma que aparece en el hombro del Cristo atado a la columna que Villalpando pintó más de medio siglo después en la Sacristía, en un claro homenaje a este lienzo.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, p. 81.
Produce cierta angustia pensar hacia dónde dirige Jesús la mirada. Vale la pena mencionar que la extraña astilla en su hombro izquierdo es la misma que aparece en el hombro del Cristo atado a la columna que Villalpando pintó más de medio siglo después en la Sacristía, en un claro homenaje a este lienzo.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, p. 81.