Representa el también llamado “éxtasis” de la santa, es decir, la visión en que un ángel le atraviesa el corazón con una flecha flamígera, dejándola en un arrebato místico sublime, llena de amor, dulzura y dolor por Dios, su esposo. Por su formato ovalado en la parte superior, no dudamos que este lienzo fuese en origen parte de un retablo o estuviera condicionado a la arquitectura, tal vez, del Colegio.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, p. 146.