Retrato de Tomás Antonio de la Cerda y Aragón de medio cuerpo en tres cuartos de perfil a la izquierda con la mirada al frente. Se observa de cabellera hirsuta portando indumentaria negra, cuello blanco y puños orlados, de su cuello pende un medallón y entre los dedos de su mano derecha sostiene lo que parece ser un documento. En la parte superior izquierda un escudo de armas coronado.
Don Tomás Antonio de la Cerda y Aragón fue el vigésimo octavo (28) virrey de la Nueva España y muy posiblemente se equivocó el pintor o el restaurador al indicar en el lienzo con número que era el 29 virrey. El 30 de octubre entro el marqués de la Laguna en el pueblo de Guadalupe, en compañía de su esposa, doña María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga; comió allí y en la tarde se trasladó a Chapultepec. Antes de hacer su entrada solemne en esta capital, resolvió pasar a México, a ver el Palacio de los Virreyes y más tarde trasladarse y tomar posesión. Cuatro días después se mudó definitivamente a ese palacio y reunida la audiencia, en real acuerdo, hizo el juramento y tomo posesión. La entrada solemne se realizó el sábado 30 de noviembre de 1680.