Se le observa sedente en un sillón, porta túnica sostiene un libro abierto en el cual escribe con una plumilla, sobre el escritorio se observa un tintero, un abrecartas, un reloj de arena, algunos libros y parte de una cruz, apoya su pie sobre el travesaño del escritorio. En segundo plano se observa un librero, un par de libros y un botellón.
En 1532 Andrés de Olmos llego a la desembocadura del Pánuco y encontró solo un puñado de sobrevivientes huastecos entre las ruinas del pueblo. Él venía de Burgos, de la población de Olmos en España. A los 20 años tomo el hábito de misionero. Al llegar fundó la Custodia del Salvador de Tampico, una iglesia y un monasterio para juntar a la población india. Fue Olmos un incansable estudioso y trabajador. Cuidó y protegió a los indios con elevado espíritu humanista. Aprendió la lengua mexica, totonaca y huasteca. Se considera a Andrés de Olmos el padre de la historia de México por su tratado de antigüedades mexicanas. Escribió también: Arte de la Lengua Huasteca, Confesionario en Lengua Náhuatl, Arte de la Lengua Mexicana. El 31 de julio de 1533 Olmos envió con otros religiosos una carta al rey Carlos I pidiendo suprimir la esclavitud en América. Hacia 1554 recibió la autorización del virrey Luis de Velasco para fundar en Tampico un convento y un pueblo de españoles que 6 años después alcanzaría la categoría de villa. Desde Tampico, Olmos fundó misiones en Xicoténcatl, Casas, Llera, Jaumave, Gómez Farías, Ocampo, Mexicatzin. Olmos pidió se hiciera un puerto en el río de Pánuco junto a Tampico. Murió en 1571. Después de morir su obra no pudo ser continuada. Los virreyes daban poco apoyo a los territorios donde no había oro, plata y otros minerales. Olmos hizo de Tampico su centro de actividades, desde aquí salió durante 39 años a cristianizar y civilizar la huasteca.