Palo excavador de madera medianamente dura de una sola pieza, trabajada longitudinalmente, con borde funcional convexo, formado por un lado plano y el otro convexo, presenta en el borde huellas de uso.
Este tipo de artefactos se usaba para despencar a los agaves para dejar el cuerpo de la planta libre de las pencas. Una vez realizado esto el “corazón” era enterrado en un hoyo previamente calentado con fuego para hornearlo. Posteriormente se desenterraba y era consumido. El agave “tatemado” ha sido fuente alimenticia muy importante entre los indígenas de Baja California desde la prehistoria hasta la actualidad. Los indígenas Paipai habitantes de la Sierra de Juárez los siguen preparando de esta manera.