Enmarcada por cerros que representan los cuatro puntos cardinales, emerge la zona arqueológica de Tehuacalco. Su importancia cultural radica en ser el único asentamiento en el estado de Guerrero con arquitectura monumental de rasgos olmecas y se cree, gracias a las investigaciones arqueológicas, que ocupó un trascendente papel en el acopio, manufactura y redistribución de productos suntuarios que procedían de las tierras costeras y tropicales de Guerrero. Además, resalta el hecho de la relación de sus monumentos y las esculturas con el tránsito solar a lo largo del año, marcando fenómenos astronómicos como el equinoccio.