Las horas de ocio: al margen de los asuntos de Estado, los habitantes de la residencia buscaban momentos de esparcimiento y diversión. En el Alcázar, los gobernantes mataban el tiempo con una partida de boliche o de billar, o sostenían con sus invitados un encuentro de naipes o de ajedrez. Los tapices que adornaban la sala representan personajes dedicados al juego del trompo, el balero, el bádminton y los bolos. Fueron realizados en Francia y regalados por Napoleón III a Maximiliano con motivo de su cumpleaños, que se celebraba el 6 de julio.
Este espacio en otros tiempos...
Observatorio • Habitación del segundo astrónomo • 1877
Residencia presidencial (Manuel González) • Sala de "tresillo" (cartas) • 1882
Residencia presidencial (Porfirio Díaz) • Saloncito de juegos • 1906
Residencia presidencial (Abelardo Rodríguez) • Sala de juego • 1932