Espacio
Capilla de Aranzazú
Situada en la planta alta, corresponde al espacio más sobresaliente y visitado del Museo Regional Potosino, data de la segunda mitad del siglo XVIII y es una de las obras valiosas del barroco potosino. Fue construida a propuesta de fray Joaquín de Bocanegra, padre guardián del convento. Su construcción se inició en 1749 y se prolongó hasta 1760. No solo es original, es única en su género por ubicarse en la planta alta y poseer atrio cubierto; fue de uso privado, especialmente para los novicios franciscanos.
La fachada de cantera labrada muestra estípites esbeltos y alagados con nichos poco profundos a sus costados. Sobre la puerta se observa una clave labrada que muestra el escudo de Aranzazú, hacia arriba a los costados dos escudos de la orden franciscana y al centro un medallón. La puerta es de mezquite, con originales recuadros y tallas en alto relieve. En el exterior, ubicado detrás del altar y asomado a la actual Plaza de Aranzazú, se encuentra un ventanal barroco que identifica al inmueble y es uno de los símbolos más representativos de la ciudad de San Luis Potosí.
La fachada de cantera labrada muestra estípites esbeltos y alagados con nichos poco profundos a sus costados. Sobre la puerta se observa una clave labrada que muestra el escudo de Aranzazú, hacia arriba a los costados dos escudos de la orden franciscana y al centro un medallón. La puerta es de mezquite, con originales recuadros y tallas en alto relieve. En el exterior, ubicado detrás del altar y asomado a la actual Plaza de Aranzazú, se encuentra un ventanal barroco que identifica al inmueble y es uno de los símbolos más representativos de la ciudad de San Luis Potosí.