Obra defensiva de avanzada, que cuenta en la parte central con un reducto con tres almacenes para pólvora; su perímetro exterior está formado por espacios abovedados que fueron utilizados como almacenes y alojamientos para tropa y dos aljibes, cuenta con tres celdas o calabozos.
En la planta alta estuvieron colocados los cañones que defendían el frente de mar. En la época del presidente Porfirio Díaz esta zona fue utilizada como cárcel. Se llega a ella cruzando un puente de comunicación también conocido como “Puente del Último Suspiro”, pues quien ingresaba prisionero difícilmente salía vivo debido a las condiciones sanitarias y de hacinamiento.