En el siglo XIX (1893), se llevó a cabo el hallazgo, en Zacoalco, Jalisco, de una vértebra que fue clasificada en un principio como de Mamut, por haber sido encontrada junto con un grupo de huesos de dicho animal; después de realizado su análisis, se determinó que esta vértebra pertenecía a una Ballena. La importancia de esta pieza estriba en las marcas de los golpes que recibió, efectuados con un objeto punzocortante, que se encuentran entre la unión de la lámina y la apófisis transversal de la vértebra; además, este elemento tuvo que haber sido trasladado por el ser humano, ya que no existe relación alguna entre el lugar del hallazgo y el hábitat natural del mismo. Su antigüedad pertenece al periodo Cenolítico Superior (9500 - 7000 a.C.).