Opinión de un experto
Zona Arqueológica Peralta
El sur de Guanajuato se caracteriza por una extensa llanura irrigada por el río Lerma denominada El Bajío. Rica en suelos fértiles, en este territorio se establecieron una gran cantidad de pueblos agrícolas, los cuales mantenían relación comercial con otros sitios en Mesoamérica.

La zona arqueológica Peralta se localiza al oriente del municipio de Abasolo, sobre la zona norte del cerro homónimo y destaca de entre los vestigios arqueológicos de todo El Bajío por su complejidad y dimensiones. El sitio está a lo largo de la ladera norte del cerro y lo conforman 20 edificios distribuidos desde la cima hasta las tierras bajas cercanas al río. Los primeros registros del sitio datan de las décadas de 1970 y 1980, pero los trabajos del Proyecto arqueológico dan inicio formal en el año 2002.

Hasta el momento se han explorado y restaurado dos edificios, ya aptos para visitas públicas: La Mesita y El Divisadero, ambos comparten un sistema constructivo sencillo en base a un núcleo seco de basalto negro con revestimiento del mismo material, aglutinado con arcilla y fibras vegetales, muros de adobe en las habitaciones y escalinatas armadas con bloques de cantera roja o amarilla. También se registraron algunos restos de aplanados de arcilla sobre muros.

La Mesita llama la atención por sus dimensiones: 147 por 130 metros de base y 12 metros de altura. Efraín Cárdenas nombró a este edificio como el Recinto de los Gobernantes por considerarlo un edificio palaciego, pues al interior se observa una gran plaza adosada a una estructura circular a manera de escenario. Un poco al sur de este círculo se ubica una pequeña plaza escalonada con graderíos y al norte se extiende una serie de habitaciones. El Recinto de los Gobernantes tiene dos accesos, el principal es una escalinata en el muro oeste, la cual conduce a la estructura circular, probablemente usado por los individuos de alto rango. El otro acceso es más sencillo, se trata de un pasillo estrecho ubicado al centro de la fachada sur, se cree que sería para uso del resto de la población.

El Divisadero se encuentra al noroeste de La Mesita, sobre una plataforma de 87 por 79 metros, este conjunto está formado por una plaza y dos basamentos piramidales que la delimitan al este y al sur. Dichos basamentos tienen una altura cercana a los 10 metros. La silueta de estas estructuras recuerda la forma de las existen en Xochicalco: un gran muro en talúd rematado con un pequeño muro vertical. En diferentes puntos se percibe que el edificio fue ampliado en más de una ocasión. El acceso a El Divisadero es a través de una sencilla escalinata con cantera amarilla ubicada en la fachada norte, la cual sube y baja por el cuerpo perimetral que delimita la plaza. En las escalinatas de los basamentos se observa una combinación de materiales, cantera en los peraltes y tezontle en las alfardas.

Durante las excavaciones se registraron ofrendas detrás del basamento: cinco cuchillos de obsidiana y uno de pedernal; una máscara pequeña de alabastro y fragmentos de puntas; al relacionar los materiales se identificó que son tardías y fueron depositadas después del abandono del sitio. Es posible que el edificio permaneciera en la memoria de ciertos grupos como un lugar de culto a los antepasados y lo siguieran visitando.
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