Todos contamos con una historia y formamos a la vez parte de una. Nos referimos a esa historia colectiva que nos involucra con otros individuos en momentos y espacios claves a lo largo del paso del tiempo. Los acervos nos dan testimonio de ello, su contenido nos permite y nos invita a conocer un poco más sobre el pasado.
 
La historia que hay dentro y detrás de cualquier acervo intriga a los estudiosos a continuar con la búsqueda sobre los datos localizados ahí, y en ocasiones a personas que no conocen a profundidad del tema, pero que comparten la misma pasión que los investigadores, con esto queremos decir que, los acervos no son para un grupo específico de individuos, “no pueden considerarse patrimonio de unos pocos privilegiados o aficionados”;[1] cada documento o material que se encuentra en el acervo permite conformar parte de la memoria histórica de nuestra región geográfica y en algunos casos hasta de otra región, así los acervos pueden estar integrados por una o varias temáticas.

 
El acervo documental del Museo Regional de Historia de Aguascalientes

Esta archivo histórico contiene documentos en su mayoría del siglo XIX, existen de carácter jurídico como denuncias, juicios, sentencias y demandas, cuentas, informes y circulares, escrituras y títulos de propiedad, como también recibos de compra-venta, cartas y distintas gestiones y otros tantos sobre temas referentes a educación y milicia. Los documentos que se encuentran en el acervo del MRHA nos ayudan a saber un poco más sobre la historia de nuestra ciudad y sus rededores, como se menciona arriba respecto a las donaciones que se han realizado al museo, no incluyen nada más documentos, también resguarda diversos materiales los cuales “conciernen igualmente a la observación histórica: los vestigios del pasado (…) [los llamados] testimonios no escritos”.[2]

El acervo del MRHA está integrado por documentos con lugar de origen en Zacatecas, Rincón de Romos, San José de Gracia, Pabellón, Asientos y del mismo Aguascalientes, unos pocos tienen registro de México y Jalisco; el documento más antiguo es del año de 1709 su lugar es Zacatecas siendo un circular y conservándose el 25% del documento, respecto al documento más reciente es del año de 1926 su lugar es Aguascalientes siendo un recibo de intereses pagados.

De acuerdo con la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas (DRPMZA) se utiliza el glosario de tipos de documentos para catalogación en acervos, de esa manera fue que se identificaron nuestros documentos, se cuenta con:

18 cuentas	18 recibos
2 denuncias	2 copias
3 juicios	15 cartas
2 sentencias	1 pagaré
1 demanda	2 actas de nacimiento
24 informes	2 memorándum
8 circulares	5 gestión
3 licencias	7 comunicación
1 lista	1 orden de pago
1 diploma	4 títulos de propiedad
12 escrituras

 

Ahora bien, los fondos y tipos documentales que conforman el acervo son:

•  Correspondencia- actas, circulares, comunicaciones, copias, gestiones y memorándum.
• Gobernación- milicia, iglesia, informes.
• Instrucción Pública- informes
• Justicia- demandas, denuncias, juicio civil y penal, sentencias.
• Mercantil- cuentas, listas, orden de pago, pagaré, recibos.
• Protocolos notariales- escrituras, título de propiedad.
• Miscelánea.- diploma, censo y acuse.

 
Ramón López Velarde en el Museo Regional de Historia de Aguascalientes

Recientemente con motivo de la conmemoración del centenario lutuoso del poeta zacatecano Ramón López Velarde, este recinto museístico tuvo a su cargo la realización del proyecto curatorial de la exposición temporal Patria Diamantina, notas alegóricas de Ramón López Velarde. Cabe señalar que participaron para esta exhibición once museos y un coleccionista particular, los cuales en total sumaron el préstamo de noventa y cinco objetos, entre los recintos participantes, estuvo este museo.

De ahí que cuando iniciamos la búsqueda de objetos que podían formar parte de esta magna muestra, el área de curaduría descubrió un documento inédito que nunca se había mostrado, el Testimonio de la Notaría de Eduardo J. Correa, de la transacción otorgada entre Guadalupe López Velarde y el apoderado de la señora Bernarda viuda de Puga.

En la ciudad de Jerez, Zacatecas, la madrugada del 15 de junio de 1888 nació José Ramón Modesto López Velarde Berúmen, en el seno de una familia católica. Fue el primero de ocho hijos y sólo él se dedicó a las letras. Su padre, el notario José Guadalupe López Velarde era originario de Paso de Sotos, actual municipio de Villa Hidalgo, Jalisco; y su madre, María Trinidad Berúmen fue oriunda jerezana. Vivió en Jerez hasta 1898. Su terruño natal sirvió como fuente de inspiración para alimentar su imaginación.

En 1898 la familia López Velarde Berúmen se mudó de Jerez a la ciudad de Aguascalientes, que por aquel entonces vivía momentos de prosperidad económica gracias a las industrias que ahí se establecieron. Después de que Ramón finalizó sus estudios en el Seminario Conciliar de Aguascalientes, ingresó en 1906 al Instituto de Ciencias para estudiar la preparatoria.

En enero de 1908 el poeta inició sus estudios universitarios de Derecho en el Instituto Literario y Científico de San Luis Potosí; ese mismo año, en noviembre, su padre murió en Aguascalientes y su madre y hermanos regresaron a Jerez.

Pero detengámonos en el padre del poeta. Guadalupe López Velarde quien era abogado, llegó a Aguascalientes en 1897 para trabajar como síndico procurador del ayuntamiento de la ciudad, desde entonces también se dedicó a la compra venta de bienes raíces, aquellos que se encontraban a las afueras de la ciudad, cerca de los Talleres del Ferrocarril Central Mexicano. Un año después, como se menciona antes, la familia finalmente se estableció en el centro de la ciudad. Don Guadalupe comenzó una cercana relación de amistad con el notario Eduardo J. Correa, quien además fue periodista, poeta y político.

El acta notarial que forma parte del acervo documental del MRHA está fechado en 1897, y es un documento que detalla la compra venta entre el padre del poeta y la señora Bernarda viuda de Puga, quien le vendió terrenos cercanos a lo que actualmente se conoce como Los Arquitos. Este conjunto arquitectónico se construyó en el siglo XIX y ha sido reconocido como los primeros baños abiertos al público, ubicados estratégicamente cerca de la estación de ferrocarriles.

También es importante señalar que Eduardo J. Correa fundó el periódico El Observador, mismo en el que el poeta zacatecano publicó por primera vez un poema titulado Suiza en 1906. Este  importante personaje de la prensa católica de la época se convirtió en uno de los amigos más cercanos al poeta y fue quien siempre le dio la oportunidad a Ramón de publicar artículos periodísticos sobre política, reseñas de cine y de eventos, así como su producción literaria, en los medios que dirigió.

Es así como este documento reúne a dos personajes muy cercanos y queridos de Ramón López Velarde, y esta acta en la que se hace constar que Don Guadalupe se convirtió en el propietario de algunos terrenos de esta zona, da cuenta de la vida de la familia en la ciudad hidrocálida. Al día de hoy se desconoce en su totalidad la biografía del padre de Ramón López Velarde.

El único poema en el que Ramón aludió a la muerte de su padre es en El piano de Genoveva:

 



[1] Elizabeth Buchanan Martín del Campo, Aguascalientes: la Historia y sus Instrumentos, Guía de Fuentes Documentales, (Aguascalientes: ICA, 1992), 13.

[2] Ibíd., 223.