La zona arqueológica de Kankí fue reportada originalmente por Harry Pollock, investigador norteamericano de la Institución Carnegie de Washington. Ello ocurrió en la década de los treinta, pero publicó sus notas y hallazgos 50 años después, en 1980. El sitio permaneció prácticamente abandonado a lo largo de casi todo el siglo XX, con visitas esporádicas de cazadores, saqueadores, excursionistas y algunos especialistas del México antiguo como Paul Gendrop (UNAM) y George Andrews (Universidad de Oregon), quienes a fines de los ochentas registraron los detalles arquitectónicos de algunos edificios.
La primera intervención de consolidación en Kankí fue realizada en 1990 por el INAH Campeche con financiamiento parcial del Municipio de Tenabo. Las labores fueron supervisadas por Renée Zapata y el suscrito. Una década después, en 2001, Florentino García (2001) reportó la existencia de un fenómeno arqueoastronómico en el Edificio de la Crestería y, en 2007, la Dirección de Registro Arqueológico del INAH delimitó una poligonal de protección para los edificios más grandes del sitio, que ocupan una superficie promedio de 8.61 hectáreas. Cabe comentar que fuera de ese polígono hay más vestigios prehispánicos, tanto en la sabana como en las colinas circundantes.
En 2009, un programa del INAH para el mantenimiento de zonas arqueológicas abiertas al público permitió consolidar la crestería calada del Edificio 1 y varios sectores del Edificio con bóvedas de “escalera invertida”. Esta denominación obedece a que los arcos mayas que lo techan acusan esa forma. Se trata de una construcción que combina elementos de la arquitectura Petén y el estilo Proto-Puuc.
También, como parte de labores de mantenimiento, en 2013 se intervinieron la Casa de los 20 Aposentos, el Edificio con Bóveda de Escalera Invertida, el edificio sur del Cuadrángulo Sureste y la Casa del Oriente, si bien sólo se trabajó en pequeños sectores de cada uno de ellos que habían sido afectados por una tromba del año anterior. En 2015 se efectuó el salvamento arqueológico de una plataforma habitacional en la entrada al sitio y se inició el retiro de piedra amorfa que cubría parcialmente el friso del Edificio de la Crestería.
La concentración de arquitectura monumental y la presencia de esculturas e inscripciones jeroglíficas refuerza la posición de Kankí como un asentamiento importante en su región, dado que no todos los sitios tenían el poder político suficiente para sufragar especialistas en la talla de monolitos y en el sagrado arte de escribir. Xcalumkín y Cayal, a un promedio de 20 km al norte y al sur de Kankí, respectivamente, le fueron contemporáneas.
Antonio Benavides C.
INAH Campeche