Cantona y su gran urbanización
Habitación y circulación de sus habitantes
Cantona es única en su género en relación con las unidades habitacionales y sus vías de circulación interna. No existe, o al menos no se conoce hasta el momento, algún otro asentamiento humano de carácter prehispánico que se asemeje a la conformación de las unidades habitacionales —de élite o populares— y la forma de comunicarse entre ellas y el resto de la ciudad como la existente en Cantona.
En Cantona toda la población, salvo los altos dignatarios, vivió en unidades habitacionales cerradas por muros periféricos y/o delimitadas por accidentes topográficos adaptados con muros de contención para tal fin. No conocemos una sola familia que haya habitado fuera de un espacio cerrado o bien acotado en su periferia. Sabemos, con certeza, para la Unidad Sur, la presencia de al menos 2,700 de estas unidades habitacionales —32 por ciento del área total de la ciudad—, e inferimos con base en ello la existencia de por lo menos 7,500 unidades habitacionales para toda la ciudad.
Por otro lado, todas estas unidades habitacionales, así como todo el asentamiento en sí, están comunicados por una compleja pero eficiente red de vías de circulación construidas, y no existe un solo punto de la ciudad al que no se llegue por alguna de estas vías de comunicación. Nos referimos a calles pavimentadas en su arroyo, sean elevadas sobre el terreno, apoyadas en él o bien hundidas. Al igual que en cualquier ciudad actual, existen calzadas, calles, cerradas, privadas, banquetas y pasillos, estos últimos al interior de las unidades habitación.
El visitante podrá circular por estas calzadas, calles y privadas y podrá admirar el interior de varias unidades habitacionales, así como otros muchos elementos arquitectónicos en su visita a esta gran ciudad prehispánica como lo fue Cantona.