La exposición fue planeada y desarrollada entre el INAH y el Museo del Palacio desde finales del 2010. Se buscó mostrar, a través de cerca de doscientos objetos, la forma en la que dos culturas milenarias, como la china y la mesoamericana, aprovecharon, trabajaron, comerciaron y dieron un gran valor simbólico a las piedras verdes, particularmente al jade. En ambas regiones del mundo podemos encontrar hermosos y elaborados objetos de jade que representan diversas concepciones ideológicas fundamentales, como la muerte, el poder y el reconocimiento público. Los temas explorados y plasmados en esta exposición abordaron diversas cuestiones y observaciones académicas hechas a lo largo de varias décadas: el jade como herramienta de trabajo, como objeto decorativo, o como un elemento que da prestigio a los detentadores del poder.