Complejo A
Se trata del recinto ceremonial de esta antigua ciudad. Originalmente estaba compuesto por nueve estructuras dispuestas de manera simétrica alrededor de dos patios. El patio norte estaba delimitado por una barda hecha con columnas de basalto. Este sector de la antigua urbe se dañó entre 1958 y 1984, razón por la cual se puede apreciar poco en la actualidad.
Dentro de este conjunto arquitectónico se encontraron alrededor de 50 ofrendas compuestas por vasijas y figurillas de cerámica; objetos de jade (orejeras, collares, cinceles votivos y figurillas, entre otros), además de otros artefactos, como espejos de hematita. Asimismo, se encontraron cinco ofrendas masivas que contenían toneladas de piedra serpentina. A lo anterior se suma una docena de esculturas de piedra labradas conforme al estilo olmeca. El jade se importaba de Guatemala, mientras que la serpentina provenía de Oaxaca y la piedra para las esculturas era originaria de la región de Los Tuxtlas, en Veracruz. Esto es prueba fehaciente de que los habitantes de La Venta participaban en una extensa red de comercio.
Dentro de este conjunto arquitectónico se encontraron alrededor de 50 ofrendas compuestas por vasijas y figurillas de cerámica; objetos de jade (orejeras, collares, cinceles votivos y figurillas, entre otros), además de otros artefactos, como espejos de hematita. Asimismo, se encontraron cinco ofrendas masivas que contenían toneladas de piedra serpentina. A lo anterior se suma una docena de esculturas de piedra labradas conforme al estilo olmeca. El jade se importaba de Guatemala, mientras que la serpentina provenía de Oaxaca y la piedra para las esculturas era originaria de la región de Los Tuxtlas, en Veracruz. Esto es prueba fehaciente de que los habitantes de La Venta participaban en una extensa red de comercio.
Cabezas Colosales
Los monumentos 2, 3 y 4 (cabezas colosales) fueron encontrados al norte del Complejo A orientadas hacia el norte. Estas obras, realizadas en rocas volcánicas, como el basalto y la andesita, son la representación de seres humanos masculinos que portaban insignias de poder. A través de la escultura en piedra quedó el testimonio de una sociedad desigual en la que sus dirigentes elaboraron sus retratos de esta forma. La cabeza de la izquierda es el monumento 4; la del centro, el monumento 2, y la de la derecha, el número 3.
Monumento 2
Los ejes que proyectan su rostro evocan un motivo de la iconografía recurrente entre los periodos Preclásico Temprano y los comienzos del Preclásico medio (900-400 a.C.), en donde se denota un cambio en la apreciación estética y se modifica la norma en la perspectiva de la escultura en bulto.