Fragilidad
Por su exposición al aire libre, el arte rupestre está expuesto a actos de deterioro. Ha sobrevivido con mayor o menor éxito a las inclemencias del tiempo, como la lluvia, el viento, los rayos del sol o las heladas; sin embargo, los principales peligros para su conservación son la ignorancia de lo que representa, el vandalismo y la avaricia, que han provocado la desaparición de muchos sitios de arte rupestre. Es importante reflexionar que cada diseño rupestre es una manifestación única e irrepetible, que encierra parte de la cosmovisión, la forma de pensar, los sistemas de creencias y la historia de las antiguas sociedades que habitaron el territorio; es un legado de las sociedades que nos antecedieron. Son por derecho propio, parte del patrimonio cultural de México y del Mundo, por lo que su protección y conservación como bien patrimonial requiere de la participación de la sociedad.