Calzada ritual
Esta elevación era sagrada para los antiguos pobladores de Tehuacalco, pues a los cerros se les rendía culto como grandes contenedores de agua y almacén de las semillas para cultivar. La cima pertenecía al mundo divino y, para resaltar este espacio sagrado, se disponían en lo alto altares y templos para venerar a los dioses. Aquí estaba el Templo Principal de este asentamiento, concebido como un santuario para la lluvia. En la calzada ritual se colocaron dos bloques de piedra para delimitar el mundo terrenal y señalar el inicio del espacio sagrado, al cual sólo podían acceder los sacerdotes y la clase gobernante.