Piece
Figurillas del periodo sumerio
1800-1700 a. C.
Diqdiqqeh, Ur
Terracota
La invención del molde, a finales del tercer milenio a.C., revolucionó la técnica alfarera, pues permitió reproducir miles de figurillas de dioses y héroes. En Diqdiqqeh, al norte de las murallas de Ur, se ubicó un importante taller alfarero. Las placas votivas se utilizaron en la fundación de santuarios y se ofrecían para promover la fecundidad. La música acompañaba los cantos sacros y también las ceremonias oficiales. Cada palacio y templo contaba con sus propios concertistas. Buena parte de la literatura mesopotámica se cantaba o recitaba acompañada de arpa, lira, tambor y pandereta. Uno de esos poemas describe el amor de una novia hacia el rey Shu-Sin:
Amado mío, déjame que te acaricie,
Mi preciosa caricia es más dulce que la miel;
En la cámara nupcial llena de miel,
Déjame gozar de tu hermosa belleza.
Amado mío, déjame que te acaricie,
Mi preciosa caricia es más dulce que la miel;
En la cámara nupcial llena de miel,
Déjame gozar de tu hermosa belleza.