En la composición de este lienzo, José Padilla plasmó al centro la imagen de la Virgen de Guadalupe y a sus pies la frase: Non Fecit Taliter Omni Nationi -Nada semejante hizo con ninguna otra nación-, frase pronunciada por Benedicto XIV, quien la toma de un salmo y la aplica al suceso guadalupano. (1)
Alrededor de la virgen situó a varios santos jesuitas en medallones de tipo rococó. En el primero está san Luis Gonzaga investido de sotana y sobrepelliz; presenta como atributos personales el crucifijo que sostiene entre sus manos y la corona a un lado, en alusión a la renuncia que hiciera del marquesado de Castiglione. (2) En el segundo medallón está representado san Ignacio de Loyola en el momento en que es iluminado por la Virgen, -ante los dos medallones- y entre la presencia del Espíritu Santo, mientras redacta sus Ejercicios Espirituales. En el tercero se encuentra san Estanislao de Kotska, quien vestido con sotana negra sostiene entre sus brazos al Niño Jesús que le ofrece una vara de azucenas; ambos elementos son atributos de este santo. (3) El último medallón en forma de concha enmarca la imagen de san Francisco Javier vestido como predicador, con sotana negra, sobrepelliz y estola, con un crucifijo en la mano izquierda.
En los extremos inferiores dos alegorías. La primera representa a san Pedro ante un gobernante y alude al triunfo de la fe sobre el pecado por medio de la predicación; la segunda está relacionada con los milagros de san Francisco Javier en los mares.
La obra pertenece al acervo original del ex-colegio jesuita de Tepotzotlán, y fue consignada y comentada por Pablo C. de Gante. (4)
(1) Antonio María de Padua, La madre de Dios en México, t. I. p. 697.
(2) Juan Ferrando Roig, Iconografía de los santos, p. 177
(3) Ibídem, p. 97.
(4) Pablo C. de Gante Tepotzotlán su historia y sus tesoros artísticos, pp. 159-160.