Dentro de las representaciones trinitarias fue común mostrar el cuerpo inerte de Jesucristo sobre el regazo de Dios Padre, iconografía que recuerda a la Virgen María como la Piedad que sostiene a su Hijo muerto. La primera Persona viste de Pontifical y va tocado por la tiara papal, en tanto que el cuerpo semidesnudo de Cristo muestra las huellas de la Pasión. Cabe mencionar que en esta ocasión el artista anónimo no pintó a la paloma de Espíritu Santo, en tanto que si aparece un ángel que sostiene la corona de espinas.