Lápida tallada en  alto relieve que presenta a un personaje sentado sobre un banquillo ceremonial escalonado. La prenda que lleva a la cintura se ha propuesto que podría tratarse de una faja ancha o de una palma, objeto ceremonial tallado en piedra, de considerar ésta  segunda interpretación, el personaje  representado  sería  un jugador pelota decapitado, brotando de su cuello siete corrientes de sangre convertidas en  serpientes. La sangre se consideraba un fluido sagrado comparado con el agua que fertiliza, mientras  que las serpientes simbolizan la tierra. Otra posible interpretación es que se trata de una deidad femenina con faja y enredo, en este caso, se trata  de la  diosa Chicomecóatl, “Siete Serpiente”, deidad del maíz maduro.