Piece
Virgen de Guadalupe
Anónimo
Siglo XVIII
Óleo sobre tela
Por su manufactura, ha de relacionarse este óleo sobre tela con la amplia producción de vera efigies que de la tilma guadalupana se ejecutaron en el siglo XVIII. En esta obra, la Virgen recibe al Espíritu Santo y es circundada por una suerte floral que alude a su aparición milagrosa. En los vértices, las habituales cartelas con la representación de las apariciones, más una al centro con un panorama del Tepeyac.
Parcialmente cubierta por ésta última, se leen restos de una cartela con la típica concesión de indulgencias a quien rezara al cuadro, por parte del prelado de origen canario Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu, obispo de Puebla a mediados del siglo XVIII. Ello sugiere su visita al convento, quizás dando continuidad al afecto que Juan de Palafox –de quien era devoto y seguidor– tuviera por la comunidad carmelitana de San Ángel. El formato del lienzo indica que fue hecho expresamente para decorar el descanso de las escaleras principales del Colegio.
El marco pintado está muy próximo a los que vemos en otros retratos de la antigua Sala Capitular, lo que lo relaciona, además de su manufactura, con la citada escuela de Miguel Cabrera, quien no debemos olvidar que en 1751 encabezó el equipo de artistas que analizó la imagen original de la Guadalupana.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, 2010, p. 55.
Parcialmente cubierta por ésta última, se leen restos de una cartela con la típica concesión de indulgencias a quien rezara al cuadro, por parte del prelado de origen canario Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu, obispo de Puebla a mediados del siglo XVIII. Ello sugiere su visita al convento, quizás dando continuidad al afecto que Juan de Palafox –de quien era devoto y seguidor– tuviera por la comunidad carmelitana de San Ángel. El formato del lienzo indica que fue hecho expresamente para decorar el descanso de las escaleras principales del Colegio.
El marco pintado está muy próximo a los que vemos en otros retratos de la antigua Sala Capitular, lo que lo relaciona, además de su manufactura, con la citada escuela de Miguel Cabrera, quien no debemos olvidar que en 1751 encabezó el equipo de artistas que analizó la imagen original de la Guadalupana.
Fuente: Marín Gutiérrez, Alfredo, Mariano Monterrosa y Elisa Vargaslugo, 80 años, 80 obras. Museo de El Carmen, México, INAH, 2010, p. 55.