Una clara manifestación del poder político y económico entre los mayas prehispánicos era el acceso a los bienes suntuarios, especialmente a aquellos de difícil adquisición o traídos de regiones lejanas. El uso de tocados, escudos y abanicos decorados con plumas de aves preciosas, de magníficos collares, orejeras y otros ornamentos de jade, caracol, cristal de roca y otras piedras preciadas daban cuenta de la importancia del personaje que los portaba. Todos estos ornamentos eran manufacturados con diversas técnicas por artistas especializados.