En los glifos de este vaso se lee “señor; Señor jaguar” (¿?). En recipientes similares a este, la banda glífica contiene el nombre del dueño del objeto, así como el uso al que estaba destinado. Era común usarlos para beber atole o chocolate. Los otros jeroglíficos pueden referirse al evento específico para el cual se manufacturó la pieza. Poca gente tenía acceso a los conocimientos de la escritura, por lo que los artesanos que además sabían de glifos debieron guardar una estrecha relación con la élite en el poder.