e aprecia una figura alada que simula descender, su cabeza queda en la parte baja y los pies en la parte alta; su yelmo se compone de un ave y un penacho de plumas erguidas; su rostro rojo, visto de frente, es el punto central de la composición, además de sus alas se observan ramas con flores y pequeñísimas figuras humanas. Por encima de esta imagen, dos tallos o ramas vegetales se entrecruzan en el centro y dirigen sus puntas en sentido opuesto, son amplias bandas onduladas con gotas en su interior, llevan apéndices con formas simulando grandes capullos que alternan con pequeñas hojas.

Fuente, Beatriz de la (coord.), 1995, La pintura mural prehispánica en México I. Teotihuacán, México, UNAM / IIE.