Probablemente tallada entre 1440 y 1469, procedente del pueblo de San Antón Analco, (Cuernavaca). Es muy factible que esta pieza hubiese formado parte de algún centro ceremonial, ya que cuando se excavó su asiento, se removieron restos de cerámica y pequeñas piedras de construcción que denotaban estructuras prehispánicas que nunca fueron exploradas.

La figura del saurio no sólo podría señalar una fecha cronológica, sino la dedicación de un monumento que señalara el principio o fin de algún evento ocurrido alrededor de 1365 cuando se inicia la estancia tlahuica y xochimilca en esta región.

Este monumento probablemente estuvo asociado a otro denominado de la Servilleta que se encontraba emplazada en las cercanías.