Piece
Rey de burlas
Ovalle, Gabriel José de
1749
Óleo sobre tela
Después de la flagelación, los sacerdotes del Sanedrín pidieron a Pilato que: “[…] Para que se humille su soberbia y se desvanezca más su presunción, queremos que permitas le pongamos las insignias reales que mereció su fantasía”. Entonces llevaron al Señor al pretorio (escalinata) de la casa y lo vistieron con un manto color púrpura, como un rey fingido, para convertirlo en burla de todos. Le colocaron una corona de espinas y en vez de cetro le pusieron en la mano una caña. Rodearon a Jesús, se burlaron de Él y lo golpearon.