Piece
Durante la segunda gran época constructiva de Toniná, que recubrió por completo a la primera, mutilaron y fragmentaron todas las máscaras del monstruo de la tierra, para ser enterradas y destruidas junto con las imágenes de los eñores vestidos de pájaro del inframundo, así como sus templos y palacios. Sobre ellos se erigieron las nuevas construcciones y esculturas, donde aparece siempre la representación de la deidad del Espejo Humeante, Señor de los Conocimientos y de los Eclipses, supremo ordenador de la máquina celeste, identificado como el primer ancestro de todas las dinastías mayas. Esta es una escultura de la segunda época, y en ella aparece la señora Espejo Humeante, quien esta sentada a la usanza de los gobernantes mayas y porta un cetro del cuál emerge la deidad del Espejo Humeante.