La muestra estuvo conformada por 80 velas con adornos en cera de flores, hojas y encajes, procedentes de artesanos mexicanos de la Cerería de Jesús. El objetivo de la exposición fue valorar el trabajo artístico mexicano, el cual desgraciadamente está en peligro de perderse. La sede de esta exposición fue el Museo de El Carmen.

Dentro de la religión católica, las velas han sido usadas como un símbolo de ofrenda espiritual y representan la luz de Cristo, a través del tiempo, su proceso de elaboración en México adquirió nuevas características y se adhirieron a ellas diferentes ornamentos como flores en cera que se obtenían mediante moldes de barro, lo que originó un trabajo artesanal conocido como “velas escamadas” o “velas decoradas”.