Historiador de la antigua religión mesoamericana y agudo lector de sus representaciones simbólicas, Alfredo López Austin es uno de los más destacados investigadores de las manifestaciones míticas y rituales del mundo prehispánico. En sus trabajos refleja su interés por entender la cultura mesoamericana desde su propia visión indígena.
Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, en 1936. La región de desiertos y climas extremos en los que creció le brindó la posibilidad de viajar con su familia. Educado sin credo, sus primeras lecturas escolares sobre la historia de las religiones le generaron fascinación por las culturas politeístas.
Durante sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, aprendió historia prehispánica y lengua náhuatl. Su tesis La constitución real de México-Tenochtitlan (1960), fue una importante investigación sobre las instituciones jurídicas mexicas. Aunque sólo ejerció como abogado durante tres años, el derecho influyó en su formación, porque le enseñó a “buscar raíces lógicas en la cultura”, aprendiendo a acercarse al mito y a la religión desde su funcionalidad y razón de ser.
Su gusto verdadero siempre fue la Historia, tanto que –después de una investigación de Miguel León-Portilla para trabajar en el Instituto de Investigaciones Históricas–, cursó la licenciatura, maestría y doctorado en Historia en la UNAM. Su tesis de licenciatura, presenta traducciones directas del náhuatl de pasajes importantes en la obra de fray Bernardino de Sahagún. Su tesis de maestría Hombre-dios (1973), aborda la estrecha relación entre poder y religión, mientras que su disertación doctoral Cuerpo humano e ideología (1980), explora la relación del hombre prehispánico entre cuerpo, sociedad y cosmos.
Actualmente es investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, después de haber sido profesor invitado y conferencista en París, en la École des Hautes, Études en Sciences Sociales y en el Institut des Hautes Études de l'Amérique Latine, así como en Japón.