El objetivo de esta exposición fue incrementar el entendimiento de las fuerzas que dieron forma al paisaje artístico mexicano entre 1900 y 1950, cuando convivieron varias generaciones de pintores, escultores, grabadores y fotográfos, inspirados por la Revolución Mexicana. Su arte, junto con las ideas estéticas detrás de éste, constituyen la real historia del arte mexicano y deben ser valoradas y evaluadas en su propio derecho y no simplemente como los trabajos de estudiantes o discípulos de Los Tres Grandes (Rivera, Orozco y Siqueiros)