La muestra estuvo conformada por fotografías sobre la vida cotidiana de los exiliados españoles que ocuparon los Castillos de Reynarde y de Montgrand, a los que ayudó el diplomático Gilberto Bosques, ofreciéndoles refugio, residencia y la nacionalidad mexicana. La sede de esta exposición fue el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

Gilberto Bosques fungió como Cónsul General de México en Francia de 1939 a 1944, periodo en el que salvó la vida de más de 40 mil refugiados de distintas nacionalidades. En un principio dirigió sus esfuerzos a defender a los mexicanos residentes en Francia para después proteger a los refugiados españoles antifranquistas.