Su exhibición inicia con la tapa de una olla, con la representación del jaguar y las mazorcas del cacao, en la que se hacía chocolate, bebida a la que le daban diferentes usos. El jaguar era el máximo señor de la tierra y las manchas de su piel representaban las luces del cielo por lo que era considerado una deidad; por su ferocidad y capacidad de matar se creía que era el señor del inframundo. Esta cualidad de ubicarse en el inframundo, la tierra y el cielo era compartida por los grandes señores mayas.

Frente al jaguar está una escultura del más antiguo gobernante de Toniná: el señor del Cráneo del Dios del Agua, Señor de Poo, con quien inicia el registro dinástico en el año 595.

Haciendo juego con estas esculturas están las inscripciones de dos fechas calendáricas importantes: la primera se refiere a la fecha de origen de la tercera creación del universo que corresponde al 13 de agosto de 3114 a.C. en el calendario gregoriano, equivalente a la fecha maya 4 ahau 8 cumcu. La otra fecha marca el final de las inscripciones mayas en el año 909 equivalente a la fecha maya 10 baktún, 4 katún, 0 tun, 0 Uinal, 0 kin. En los extremos de este conjunto escultórico están colocadas las representaciones de prisioneros de Calakmul.

La segunda parte de la sala explica la compleja estructura piramidal de Toniná y la relación con las trece deidades calendáricas. Se exponen también las diferentes vasijas elaboradas en cerámica tanto maya como chenek.