La guerra fue muy importante entre los mayas como un medio para mantener su territorio y legitimar públicamente el poder y mandato del gobierno. Se convirtió también en una herramienta de sujeción de las poblaciones para el control de sus recursos y la exigencia de tributo. Además, facilitó obtener prisioneros para las labores de construcción y el mantenimiento de la arquitectura monumental de las ciudades- Estado, para trabajar las tierras de los gobernantes, para su servicio e incluso para la imposición de autoridades en poblados menores.

El tema bélico estuvo presente en el arte y la iconografía maya desde tiempos tempranos y se convirtió en un símbolo de prestigio. Las imágenes con escenas de gobernantes cautivos y humillados ante el dignatario local son comunes y están presentes en esculturas, relieves y pintura mural en espacios públicos, como elementos que servían para reivindicar la autoridad.