El aspecto principal de esta Sala es la religión mesoamericana. De ella se habla mediante varias esculturas; la más sobresaliente es el aro del Juego de Pelota Este, en el cual se señala la concepción cíclica del transcurso del tiempo, simbolizada con guacamayas y murciélagos, el día y la noche. Por otro lado, las estelas -de forma poco usual- marcaban simbólicamente, una, “10 muerte”, el ocaso del día; la otra con representaciones abstractas de los cinco árboles que sostienen el cielo, llamados quincunces. Hay otros objetos que manifiestan la gran religiosidad xochicalca, como son las fauces de caimanes con las que reflejaban a la tierra. El profuso culto a Tláloc queda evidenciado mediante ollas-Tláloc, excéntricos de obsidiana y sellos que resaltan los atributos de este dios.