El caudillo dominaba una región, y su fuerza política se la otorgaba el consenso paternal e inamovible. Era la cabeza formal del gobierno e intervenía en los conflictos generados por linderos, y en las relaciones entre los clanes familiares. La imagen del dirigente se la acompaña de signos de poder y prestigio: El caudillo era un hombre valiente, gustoso de las suertes a caballo y los juegos de toros. Era al mismo tiempo, elegante y patriota mexicano. En el caso de Emiliano Zapata, quien fue siempre un civil en armas, un civil haciendo la revolución, vistió traje con adornos de plata, anillos, gazné, sombrero fino y pistola al cinto. Gustaba de los buenos caballos, de las charreadas y las suertes toreras.
Sala / Tema
Caudillo: Hombre valiente