La memoria subterránea de México parece residir en el silencio vehemente de los muertos, complementado siempre con la celebración ritual. En este puñado de imágenes, esa memoria se sitúa en los turbulentos meses que van de octubre de 1912 a diciembre de 1914 y tienen como punto de partida la violencia que desencadenó la Decena Trágica. Contrapunteando veinte fotografías, buscamos presentar un ritmo distinto del propiamente histórico, es decir, más que pretender explicar el proceso histórico global, tratamos de presentar fragmentos de las distintas realidades de esa historia y paralelamente buscamos hacer evidente la habilidad de fotógrafos como Agustín Víctor y Miguel Casasola. Explotamos también la vocación del fotorreportaje para establecer secuencias y de esta manera sugerir lecturas tanto de los hechos como de la construcción plástica de las tomas. Un gran número de las fotografías forman parte de nuestro imaginario álbum nacional, otras más son parte del legado visual de esa época: desde aquellas festivas hasta los testimonios del dolor y el terror. Todas regidas por la pasión humana, por la presencia de personajes célebres y anónimos que dieron cuerpo a nuestro presente.
Photorgaphs
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