El baño del museo cuenta con un juego de tina y regadera, haciendo opcional cualquiera de los dos métodos para asearse. Otro elemento que puede apreciarse en este lugar es el bidé. Este aditamento, que ya no se usa, servía para mantener aseadas las partes íntimas después de acudir al inodoro, y ejemplifica la preocupación de la era victoriana y la llamada "Belle Époque" por la higiene y buena salud. Además de los muebles de baño, en el botiquín se encuentran artefactos que servían para asear el rostro, así como afeitar la barba y bigote, como brochas, navajas y rastrillos de hojas desechables pertenecientes a Venustiano Carranza.