Pieza
Tláloc sembrador
Zona arqueológica de Teotihuacán
Estuco polícromo al fresco


Alto: 82 cm
Ancho: 174 cm

Tláloc sembrador
INAH-Museo de Mediateca/Teresa Galindo

Se trata de una figura vista de perfil que simula salir de un cartucho polilobulado; el ojo se forma de un anillo rojo que circunda un disco azul oscuro en el cual se marca la pupila excéntrica. La nariz es corta y puntiaguda, y la boca abierta tiene labios en forma de banda continua, en la mandíbula superior se ven tres dientes y un colmillo curvo. El brazo derecho se extiende hacia adelante y la mano azul muestra cinco dedos señalados, separados entre sí, con uñas cuidadosamente delineadas en rojo. El tocado es grande y de forma geométrica, le ciñe la cabeza un rectángulo rojo perimetrado por una banda azul; a éste se sobrepone otro rectángulo mayor, que se prolonga hacia la parte trasera de la cabeza. Se limita por bandas rosadas y en su interior se aprecian dos discos azules sobre fondo azul claro. Sobre la cabeza de la figura, se ve un gran disco de plumas con el centro azul rodeado por un anillo rojo, después otro anillo más amplio de plumas verdes y al final un remate de formas amarillas, de las cuales se desplantan largas plumas verdes delineadas en rojo. Las orejeras se componen de círculos concéntricos, que simulan sobreponerse a un paño rojo que baja del tocado, además lleva una pulsera formada de dos bandas: una lisa y otra ondulada. El cartucho polilobulado del que parece emerger la figura se compone de varias secciones: la interior, de menor tamaño que las otras, se forma de dos bandas que describen cuatro lóbulos pequeños; la siguiente, hacia afuera, lleva tres estrellas de cinco puntas y se limita por una doble franja que, a su vez, describe cuatro lóbulos más amplios que los interiores. Por último, la banda exterior tiene un diseño de amplias volutas. De la mano derecha de la figura, baja una extensa banda amarilla delimitada por gruesos trazos rojos, en su interior se aprecian semillas ovaladas en distintos colores. De su boca salen dos grandes vírgulas o signos del habla, que llevan en su borde externo tres placas o discos dispuestos a intervalos regulares.

Fuente, Beatriz de la (coord.), 1995, La pintura mural prehispánica en México I. Teotihuacán, México, UNAM / IIE.

Colecciones de museos

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