La muestra estuvo conformada por 180 piezas que dan un panorama de la historia del barro en la región y de las diferentes técnicas de producción procedentes del Museo de Arte Popular, así como del Museo Nacional de la Cerámica en Tonalá. La sede de esta exposición fue el Museo Regional de Yucatán, Palacio Cantón.

Esta exposición buscó rendir un justo homenaje a la tradición alfarera que los mexicanos hemos heredado de nuestras culturas originarias, y que ha dado la vuelta al mundo. Los municipios jaliscienses de Tonalá y Tlaquepaque se distinguen por su maestría en técnicas de gran arraigo cultural, mismas que han sabido conservar con sus métodos ancestrales.