Pintura de forma rectangular en la que aparece, sobre un fondo gris y cortinaje verde, el retrato de cuerpo entero de Fernando de Mier y Terán.
Nació el 11 de enero de 1735 en el poblado de San Luis de Colotlán, este personaje muestra en su vestir el influjo de la moda francesa, que se introdujo de manera paulatina en la Nueva España. Su casaca, bordada en tonos multicolores, muestra la característica del endurecido con papel o cerda, que las volvía amponas a partir de la cadera. (1) Presenta asimismo el peinado de la época: peluca con rizos circulares alrededor de la cabeza, enrollados cerca de las sienes; el resto del cabello, recogido de la parte posterior de la cabeza, se ataba con un listón a la altura de la nuca. Ya que la peluca dificultaba portar el sombrero, éste se llevaba bajo el brazo izquierdo, como si se estuviera de visita o en un salón. Respecto a este personaje y a su peluca, que no presenta color blanco según la usanza de la época, Carrillo y Gariel señala:… “encontramos a gran número de personajes que no llevan peluca ni pelo empolvado, pero sospechamos que esto se debe a su alejamiento de la Corte o por presentarse en traje informal, vestidos algunos con casaca y chaleco de tela de primavera, de China, como puede verse en el retrato de Don Fernando de Mier, quien por 1773 fue vecino de Jerez de la Frontera”. (2)
(1) Abelardo Carrillo y Gariel, El traje en la Nueva España, p. 152.
(2) Ibídem, p. 157.