Uno de los elementos más empleados por los tarascos fue el barro cocido para fabricar vasijas, pipas, malacates, collares y pendientes, así como figurillas e instrumentos musicales. Algunos de estos objetos estaban reservados para la élite.
Algunos de los objetos que aquí se muestran, entre ellos flautas, ocarinas y silbatos en forma de animales, eran de uso ritual en las ceremonias presididas por los sacerdotes que, además de los gobernantes, también ostentaban gran poder. Otros eran utilizados en ofrendas.