La Observación Sideral es una actividad turística nocturna que permitirá a los visitantes apreciar, desde lo alto de las ruinas indígenas, los fenómenos astronómicos; a la par que conoce la historia del estado, disfruta de bellos paisajes, recorridos teatralizados y gastronomía local.

Una vez al mes, en luna nueva, la zona arqueológica se convertirá en un gigante observatorio ­con la instalación de cuatro potentes telescopios­, desde el cual los turistas podrán ver constelaciones y planetas, así como fenómenos astronómicos, eclipses, meteoritos y lluvia de estrellas, entre otros.

La experiencia, en la que se retrocede mil 200 años en la historia, inicia con un recorrido teatralizado, guiado por un topógrafo alemán, una indígena y un sacerdote, quienes llevarán a los visitantes hasta la cima de la pirámide (que en su esplendor medía 150 metros de altura).

A lo largo del trayecto, los anfitriones ficticios narran la historia de La Quemada, también conocida como Chicomostoc, que significa “lugar de siete cuevas”, donde habitó el grupo indígena de los caxcanes, lugar que además cuenta con un juego de pelota.

El ascenso permite observar paisajes maravillosos, que se disfrutan con mayor claridad en la cumbre, para luego comenzar el descenso, hasta llegar al Patio Hundido, donde se espera la caída de la noche para efectuar la observación astronómica.