La imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre ha constituido para los cubanos un referente de identidad y un símbolo de unidad que hermana a todos más allá de cualquier diferencia.
A través de la historia cubana, la imagen de la Caridad del Cobre ha transitado por un proceso de secularización que la ha consolidado como un símbolo de cubanía para creyentes y no creyentes.
En las artes plásticas la permanencia y evolución de las representaciones de la Cachita (apelativo cargado de afectos con el que usualmente se le identifica) ha sido manifiestamente fructífera. Los préstamos, intercambios e influencias del pasado no solo se han acrecentado sino que muestran actualmente una apertura siempre sensible a lo que sucede dentro y fuera de la isla. Es por ello que varios artistas cubanos, además de abordar temáticas relacionadas con su Patrona, incorporan temas como la emigración, el discurso autorreferencial, la investigación antropológica, la política y las condiciones socioeconómicas de la isla.