Este instrumento de madera cumple durante la Semana Santa la función de convocar con su sonido al grupo de personas que representan a los fariseos, quienes simbolizan el mal y, de acuerdo con la tradición judeocristiana, apresaron a Cristo. En la época actual la sociedad pima utiliza la matraca y el tambor durante las ceremonias de Semana Santa. En la cultura musical de los pimas no se encuentran manifestaciones sonoras provenientes de la evangelización. Hoy día sólo quedan instrumentos como el tambor y la matraca. Los pimas tenían entre sus fiestas la del Yumari, danza con una fuerte connotación ritual, donde se agradece la lluvia y las buenas cosechas. Los pimas bailaban la danza de Matachines de la misma manera que los yaquis y mayos, pero la costumbre cayó en desuso y éstas se realizan muy de vez en cuando.