El Evangelio de san Lucas y los Evangelios Apócrifos narran este acontecimiento. Sin embargo, es notable que Antonio de Torres tomó como modelo para hacer esta composición, el tratado del Arte de la Pintura de Francisco Pacheco. Este pasaje narra que una noche, mientras la Virgen María estaba en su casa leyendo y meditando la profecía de Isaías, el Arcángel Gabriel entró, saludó y le dijo: “No temas María, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo […] El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”. La Virgen María orante y vestida tal como la describe Pacheco: con sutil velo, manto azul y túnica rosada, ceñida con su cinta como era costumbre entre los hebreos.